Las tradicionales cuevas trogloditas y la riqueza arquitectónica son patrimonio de esta ciudad que despliega sus encantos en la falda norte de Sierra Nevada

Historia

Su condición de cruce de caminos, y también de civilizaciones y culturas, atrajo a Julio César, que fundó la ciudad en el año 45 a.C. con el nombre de Julia Gemela Acci. Las guerras internas entre los reinos musulmanes propiciaron la entrada de las huestes cristianas de los Reyes Católicos.

Gastronomía

Guadix sirve tradicionalmente migas, “andrajos”, gachas y zalamandroñas, y la clásica olla de San Antón. El tocino de cielo y los roscos fritos forman parte de la repostería autóctona.

Fiestas

El 17 de enero se celebra la romería e San Antón, con caballos y carros engalanados. La tradición del Cascamorras, el 9 de septiembre, consiste en la persecución de esta figura por no haber traído La Piedad de Baza. El segundo domingo de noviembre, tiene lugar la procesión de la Virgen de las Angustias, otra destacable celebración.

Visitas

La plaza de la Constitución se halla en el centro del pueblo, declarado de Interés Histórico-Artístico. Un poco más arriba, la plaza de la Catedral acoge la Escuela de Artes y Oficios, el Hospital Real y, naturalmente, la catedral. De estilo gótico y neoclásico, consta de tres naves son ábside y girola, y cuenta con una bella sillería de coro. El Museo Catedralicio ha sido rehabilitado recientemente y en él se pueden contemplar piezas y libros de los siglos XV a XVIII.

El barrio más característico es el de Santiago, que se despliega a partir de su plaza principal. Una notable variedad de edificios -palacios, casas y templos- jalonan las calles a su alrededor.

Otro de los lugares más típicos de Guadix es el barrio de las Cuevas, que toma su nombre de las hendiduras que existen en la montaña, donde todavía se construyen casas y apartamentos. Estas construcciones consiguen mantener una temperatura ambiente constante a 20ºC durante los 12 meses del año. En la placita es posible visitar la cueva-museo para poder apreciar este hábitat.

También resulta interesante acercarse a la alcazaba, una fortaleza rudimentaria construida por los árabes en el siglo IX sobre una montaña artificial. En el lado izquierdo de la alcazaba se alza el palacio de Peñaflor, construido en el siglo XVI a base de ladrillos macizos.

Alrededores

Algunos de los municipios cercanos poseen también las tradicionales cuevas de esta zona. A sólo seis kilómetros, la localidad de Purullena cuenta con un barrio entero. De esta localidad también resulta interesante la iglesia de San Martín, que conserva un estupendo artesonado mudéjar.